
La práctica del
reiki se fundamenta en un emisor o
canal que, a través de sus manos o de otros métodos -según el nivel- , transmitiría el
reiki (
fuerza natural que nos da vida) a un receptor que puede ser él mismo u otra persona (presente o no en el
espacio-tiempo), con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades. No obstante, dado que sería una energía universal, los tratamientos podrían también dirigirse a otros
seres vivos como
animales,
plantas o a determinadas situaciones.
El método
reiki se basa en la creencia
hinduísta de que el correcto fluir de la energía vital a través de los siete principales centros de energía de nuestro cuerpo o
chakras, es lo que asegura un buen estado de salud en el organismo. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de la energía en uno o varios chakras sería lo que provoca o agrava el mal estado de salud, dando lugar a trastornos y enfermedades que, finalmente, se reflejan en el cuerpo físico. El método consiste en dirigir energía
reiki principalmente a los centros energéticos del paciente, con el fin de desbloquearlos y potenciar el proceso de recuperación.
El
reiki no puede reemplazar al tratamiento médico, aunque sí se puede utilizar de forma complementaria.
Mikao Usui legó a sus alumnos los principios del
Emperador Meiji y los estableció como
norma de vida:
Sólo por hoy (Kyo Dakewa)...
- No te preocupes (Ikaruna).
- No te irrites (Shinpai shuna).
- Agradece (Kansha Shite).
- Trabaja duro (Kyo wo hageme).
- Sé amable con los demás (Ito ni shinsetsu-ni).
- Principios del reiki en japonés.